martes, 17 de febrero de 2009

Felicidad



He sido elegido. Yo.


Estoy destinado a conocer el Secreto de la Felicidad Absoluta.


Sí, ya se que en este blog siempre he mantenido una postura escéptica con respecto a estos temas pero eso era solo porque el destino aún no me había señalado con el dedo. Es muy fácil apelar a la razón y alardear de incredulidad cuando no eres un Elegido, cuando no has atisbado el misterioso mundo que se esconde tras la cortina.


Hace unos días recibí una carta que iba a cambiar por completo mi vida. En cuanto vi el sobre comprendí que había algo extraño. A pesar de que en él se podía leer ¡¡¡CONTENIDO SECRETO!!!, el sobre era de esos con una ventanita de plástico trasparente en una esquina, por lo que se podía leer parte de lo escrito en las hojas del interior: TE HAN ELEGIDO A TI ¡¡¡Formas parte de los 7!!!

NOTA: Conviene, antes de seguir, aclarar algunas características propias del lenguaje usado por los que han alcanzado la felicidad. Las mayúsculas, por ejemplo, no se emplean únicamente en los nombres propios sino que su uso se extiende a todas aquellas palabras que nos parezcan Importantes. Si creemos que un término es MUY IMPORTANTE, debemos escribirlo por completo en mayúsculas.

Por otro lado, el signo de admiración también tiene un uso distinto al que le dan los no versados. El Lenguaje de la Felicidad invita a usarlo con generosidad hasta el punto de encerrar casi cada frase entre signos de admiración. Si la frase en cuestión hubiera requerido de una admiración en el habla normal (o habla infeliz), entonces usaremos dos. Como medida excepcional se podrán usar hasta tres exclamaciones, siempre y cuando el espectacular efecto que esto provoque esté justificado. (La pronunciación correcta de la triple exclamación, por ejemplo ¡¡¡Destino!!!, es, según los expertos consultados, una pronunciación chanante)

Ah, y los números se escriben siempre con cifras nunca con palabras.


La carta, Personal y Confidencial, venía de Madrid y estaba firmada por el Profesor Berthold von Graaf, del IFA (International Foundation for Abundance) El carácter único del profesor von Graaf le permite esas excentricidades propias de grande hombres tales como, en lugar de poner fecha en el encabezado de su misiva, poner hora:

Tras dejar bien clara, mediante admiraciones y mayúsculas, la suma importancia de la carta, von Graaf pasa a contarme el meollo del asunto:

Impresionante. Lo que más llamó mi atención no fue que el equipo del prestigioso Centro Internacional de Investigación de la Felicidad hubiera descubierto ¡el mayor secreto de nuestro tiempo!; tampoco fue la inmensa labor de ingeniería social que han tenido que realizar para montar un equipo con astrólogos, clarividentes, médiums y científicos (¡los más importantes!). No, lo mas impresionante de todo es esta parte: “¡...en seguida, y sin ningún esfuerzo de tu parte!” ¡Dolce far niente! Todos mis deseos, ¡los más profundos y los más urgentes!, se harán realidad sin que yo tenga que mover un dedo. Estos del Instituto de la Felicidad sí que saben, felicidad rápida, a domicilio y sin esfuerzo. Son el Telepizza de la felicidad. Fast Felicity.


Aunque llegado a este punto he de reconocer que me asaltó mi primera duda. Mi primera crisis de fe. ¿Y si el concepto de felicidad del profesor von Graaf no coincidía con el mio? Afortunadamente, como si me estuvieran leyendo la mente (probablemente así fue), el siguiente párrafo dejaba claro el asunto:

Los clásicos nunca fallan. Salud, dinero y amor. Me pregunté quienes serían los otros 6 afortunados que habían sido Elegidos como yo...


La carta seguía:


¡Acabáramos! ¡La poderosa fuerza elemental del universo y del cosmos! Las piezas comenzaban a encajar, aquello no podía ser un engaño. El mismísimo círculo secreto de los principales astrólogos y adivinos de Europa estaba detrás del asunto. Palabras mayores. Ya no cabía ninguna duda. ¡Si hasta venía en negrita y rodeado a boli! Soy un Elegido. ¡Soy uno de los 7!


No había rastro de duda en mí pero el profesor von Graaf, conocedor sin duda de mis artículos y, en consecuencia, de mi cerrazón mental pre-conversión, se había molestado en incluir en el sobre todas las pruebas necesarias para convencer hasta al más escéptico. Primero está el certificado oficial, firmado por el prestigioso notario Dr. Tutzig:

Por si esto fuera poco, se incluye también el manuscrito original en el que el Instituto de la Felicidad comunica a von Graaf que soy el Elegido:

Este es uno de esos detalles que dejan claro que estamos ante gente seria. Podían haber comunicado el MUY PODEROSO SECRETO usando el teléfono, el fax o el correo electrónico y, sin embargo, han usado una carta de las de toda la vida. Puede que, en lugar del servicio postal, hayan usado un cuervo para hacerla llegar a su ¡¡¡Destino!!! pero es una carta al fin y al cabo.

Aunque las pruebas son irrefutables y nadie en su sano juicio tendría dudas a estas alturas, von Graaf se permite incluir una evidencia más. La lista de los Elegidos:

En efecto, ahí estaba. La lista de los 7 y, bajo ésta, la lista de los 7 suplentes. Los nombres estaban tachados, sí, pero bajo el borrón se aprecia claramente que había un nombre escrito. No hay ninguna duda. Irrefutable.

Un incrédulo podría objetar la presencia de los 7 reservas. ¿Cómo se puede ser un Elegido Reserva? O eres Elegido o no, no se puede ser medio Elegido. Estos prejuicios no hacen más que poner de manifiesto la ignorancia de los escépticos. Desconocer los mecanismos por los que algo sucede no significa que no pueda suceder. Cualquiera de los integrantes del muy secreto círculo de magos podría explicar fácilmente el misterio de los Elegidos Reservas pero es una información demasiado IMPORTANTE como para revelársela a cualquiera. (Probablemente se trate de Algo Cuántico)


Por último, antes de irme a disfrutar de la Felicidad Absoluta, me gustaría contar un curioso incidente que, posteriormente, reconocí como una prueba de Fe. Justo después de leer la carta recibí un mail de un lector habitual de este blog. Con tristeza, mientras leía su correo, me di cuenta de que era un incrédulo que lo único que pretendía era que hiciera burla en esta página de algo tan serio como el Instituto de la Felicidad. Por supuesto, he ignorado sus maliciosas intenciones y espero haber tratado el tema en este artículo con toda la seriedad que merece.


Mas importante era que, en el mail, se incluía la carta escaneada. Al comparar su carta con la mía me di cuenta de algo asombroso: los 7 Elegidos y los 7 Reservas de su carta eran distintos a los de la que yo había recibido (a pesar de que los nombres están tachados, las ciudades de residencia no lo están y eran todas distintas) ¿14 Elegidos y 14 Reservas? ¿Cómo es eso posible? Si había 14 Elegidos por país, en toda Europa habría 154 y no 77. Alguien con la mente cuadriculada podría pensar que no salen las cuentas, si los Elegidos son 7, son 7 y punto, no 14. Por supuesto, estas dudas solo asaltaran a los cortos de mente y a los descreídos, para el resto de la gente esto no supondrá ningún misterio; hemos tenido dos milenios para familiarizarnos con la idea de que 3 son 1, ¿por que habría de resultar más extraño que 14 sean 7? El mismo principio que explica la Trinidad, explica también el Misterio de los 14 en 7 (más reservas) o el Misterio de los 154 en 77 (más reservas) Y sí, por si alguien se lo preguntaba, en la solución al Misterio de los Muchos en Pocos está involucrada la poderosa fuerza elemental del cosmos y del universo y unas cuantas Cosas Cuánticas.


Me voy a comprar la lotería.


  1. Los scans de la carta son cortesía de Marcos Andión. ¡¡¡Gracias!!!

  2. Hay muy pocas referencias a von Graatz en la web. Una de ellas, en Fraudalert, lo vincula a un timo en el que decía hablar en nombre del Instituto de Medicina Holística y pedía 75 dólares a los que respondían a su carta.





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